Oro para Curry

Golden State Warriors ganó el sexto y definitivo partido de las Finales de la NBA a los Boston Celtics (90-103) para proclamarse campeón (4-2) y recuperar el anillo tres años después en la enésima exhibición de Stephen Curry: MVP de la final. Una victoria que significa el cuarto título para una generación dorada.

Este triunfo es el colofón para un equipo de ensueño, infravalorado en el inicio de la actual temporada y con Curry como genio. El base logró por fin ser nombrado MVP de unas finales, la ‘espinita’ que parecía que no se arrancaría desde que ganó su primer anillo en 2015. Los Warriors fueron el equipo más sólido en las Finales, con la mancha de dos encuentros con más sombras que luces, para resurgir y seguir agrandando la dinastía de los de San Francisco.

Tres años después, la revolución y la rebeldía promovida por el técnico Steve Kerr vencían sobre todo lo demás. Ritmo alto, velocidad y triples inverosímiles, siempre caminando sobre el filo. Sin embargo, en este sexto partido, que terminó siendo el definitivo, el inicio no fue fácil para los de la Bahía.

Curry se encargó de sentenciar el partido con dos entradas y un triple en dos minutos. Los Warriors eran campeones, el cuarto anillo para una generación que entra en la historia de la NBA sometiendo a sus rivales a base de insumisión y rebeldía. Y Curry es merecido MVP para dejar claro que es un jugador único.