Va a desaparecer las delegaciones federales. Va a quitar los escoltas y los numerosos asesores. No habrá más viajes al extranjero. Ya renunció a su jugoso sueldo de 270 mil pesos y ganará menos de la mitad. Andrés Manuel López Obrador sigue enviando mensajes a sus seguidores, como si quisiera afianzarlos.
Las propuestas de Andrés Manuel son para seguir ganándose al pueblo. Ha entendido que ahí está la clave, mientras él siga teniendo el respaldo popular, todo lo demás no es realmente importante, ni las críticas, ni las dudas.
Ya casi le quita la pensión a Vicente Fox y a Carlos Salinas. Va a vender el lujoso avión presidencial. Va a cancelar los fideicomisos públicos. Va a quitar los privilegios en México. No va a construir el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Va a descentralizar las secretarías de estado y enviarlas a los estados. Va a quitar las delegaciones porque son burocráticas e inservibles.
Ya renunció a su jugoso sueldo de 270 mil pesos y ganará menos de la mitad. AMLO sigue enviando mensajes a sus seguidores, como si quisiera afianzarlos
Un hombre justo ha llegado a la Presidencia de la República. Eso es lo que él quiere posicionar en este momento. Se ha convertido en un especialista en enviar mensajes a los de abajo, como él los llama. Andrés Manuel tiene gran sensibilidad para saber qué quieren escuchar los mexicanos. Esa ha sido su gran virtud este año.
Sus propuestas son complicadas y cuestionables, pero sus mensajes no son para la minoría politizada (que pone en duda sus propuestas). Sus mensajes son para la mayoría no politizada. Sus mensajes son para el pueblo. Me bajo el sueldo. Desaparezco oficinas inservibles y caras. Prohíbo remodelar oficinas lujosas. Ningún alto funcionario puede tener más de cinco asesores. Voy a implementar un plan de austeridad republicana.
Andrés Manuel López Obrador sigue hablándole a los ciudadanos que votaron por él. A esos 30 millones de mexicanos que quieren combatir el despilfarro, a esos 30 millones que disfrutan cuando ven que les bajan el sueldo a los ministros, a los diputados, a los gobernadores.
Varias de sus propuestas tienen un cierto nivel de complicación legal y operativa. No será fácil vender el avión presidencial, dicen que es más caro venderlo que conservarlo, pero eso qué importa.
Andrés Manuel sigue hablándole a todos los ciudadanos que votaron por él. A esos 30 millones de mexicanos que quieren combatir el despilfarro
No será sencillo desaparecer las delegaciones federales. Eso puede afectar el servicio a la ciudadanía. Pero eso qué importa. El pueblo lo festeja.
No será simple descentralizar las secretarías de estado. Miles de personas tendrían que cambiar de residencia, habría amparos y juicios laborales. Pero eso es lo de menos.
Lo importante ahora es enviar los mensajes apropiados para que la gente sienta que ha tomado la decisión correcta. Andrés Manuel sí va a cambiar las cosas. Andrés Manuel sí va a cumplir, no como Fox, que nos engañó. Andrés Manuel sí va a ganar poquito. Andrés Manuel sí va a castigar a los abusivos y poderosos que tienen a este país en la miseria y en el hoyo.
Lo importante es lo que el pueblo crea que está ocurriendo. No lo que digan los empresarios. Lo importante es lo que el pueblo sienta. No las consecuencias jurídicas, operativas, logísticas y económicas de todos estos cambios.
Está muy claro. Andrés Manuel López Obrador va a hacer todo lo que sea necesario –recortes, reducciones, ventas, prohibiciones – para castigar a la clase privilegiada, y todo lo que sea posible -programas sociales, apoyos directos, pensiones- para conservar el respaldo popular.
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