Afganistán acaba con el opio
La prohibición del cultivo de amapola decretada por los talibanes en 2022 provoca un descenso del 74% en la producción mundial
La prohibición del cultivo de amapola decretada por el Gobierno talibán de Afganistán en 2022 ha provocado un descenso del 74 por ciento en la producción mundial de opio.
Y la Oficina de la ONU contra la Droga y el Delito ha advertido este miércoles de que el declive en la producción de opio en Afganistán podría provocar un aumento de la demande de alternativas potencialmente más peligrosas en todo el mundo, como el nitazeno, un sustituto sintético de la heroína.
El cultivo de la adormidera, de la que se obtiene la materia prima de la heroína, fue prohibido en Afganistán por los talibanes en 2022. Como consecuencia, la producción mundial de opio descendió un 74 por ciento en 2023, hasta algo menos de 2,000 toneladas, según el Informe Mundial sobre las Drogas de la ONU.
«La escasez llegará»
«La escasez llegará, lo que podría suscitar un verdadero problema», según el informe de la ONU, que apunta a que los consumidores de heroína podrían recurrir a drogas sintéticas sustitutivas y también ilegales, como nitratos o fentanilo. Estas sustancias tienen un efecto más potente que la heroína y, por lo tanto, conllevan un mayor riesgo de sobredosis.
Según el informe, 292 millones de personas consumían drogas en todo el mundo (datos de 2022), lo que supone un aumento del 20 por ciento en una década. La mayor proporción corresponde a los consumidores de cannabis: 228 millones.