Adiós a la reina
Reino Unido despide a Isabel II en un solemne funeral de Estado en la abadía de Westminster al que asistieron dos mil invitados
Reino Unido ha dado este lunes el último adiós a la reina Isabel II con un funeral de Estado que ha contado con 2,000 invitados y ha reunido a cientos de líderes mundiales. Los estrictos protocolos establecidos antes del fallecimiento de Isabel II, que murió el 8 de septiembre en el castillo de Balmoral (Escocia), ya establecían que el funeral debía celebrarse al décimo día. Y así fue.
La sede del Parlamento ha acogido durante las últimos cuatro jornadas una capilla ardiente por la que han pasado cientos de miles de personas y que ha concluido este lunes, apenas unas horas antes del inicio de un último cortejo fúnebre en presencia del rey Carlos III y de otros miembros de la familia real.
El féretro ha entrado a la abadía aupado por miembros de la guardia real y, tras él, lo han hecho el resto de miembros del cortejo. El heredero a la corona, el príncipe Guillermo, ha recorrido el camino hacia el altar al lado de su hijo mayor, Jorge, segundo en la línea de sucesión al trono.
El deán de Westminster, David Hoyle, ha resaltado en el arranque de la misa el «duelo» pero también el «profundo agradecimiento» hacia Isabel II, en el lugar que, como ha recordado, ya vio casarse a la difunta monarca y, en 1953, ser coronada reina.
Siete décadas en el trono
En su discurso inicial ha subrayado la «larga vida de servicio altruista» de Isabel II, que cumplió este mismo año siete décadas en el trono. «Con admiración, recordemos su sentido de deber y la dedicación de por vida a su pueblo», ha destacado.
Las lecturas han corrido a cargo de la primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, y la secretaria general de la Commonwealtlh, Patricia Scotland, mientras que también han participado diversos representantes religiosos de todo Reino Unido, encabezados por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
La ceremonia ha estado cargada de otros símbolos a la vida de la reina y se han coreado himnos que ya sonaron en algunos de sus momentos vitales más reseñables, como su boda con el príncipe Felipe o su coronación.
La ceremonia ha concluido con dos minutos de silencio extensibles a todo el país. En pie, los 2,000 invitados han mostrado sus respetos hacia una figura que ha visto pasar a 15 primeros ministros por Downing Street y que está considerada un símbolo de las monarquías a nivel global.
El himno, rebautizado como ‘Dios salve al Rey’, y la música tocada por el gaitero de la reina han servido como colofón a un acto al que sigue un nuevo cortejo fúnebre, hasta el Arco de Wellington, de donde partirá el coche que traslade los restos de Isabel II hasta el castillo de Windsor. Los restos de la difunta reina reposarán en la capilla de San Jorge.