Este domingo 29 de julio se cumplen 35 años de la muerte del director de cine español Luis Buñuel, uno de los cineastas más innovadores del séptimo arte, que desarrolló gran parte de su carrera en México tras llegar como exiliado después de la Guerra Civil.
Buñuel nació en el año 1900 en la localidad aragonesa de Calanda y tuvo su primer contacto con el cine en 1908, tal y como describe en su autobiografía ‘Mi último suspiro’. En estas memorias, además de sus experiencias vitales, desgrana cómo algunas de sus vivencias han sido reflejadas en su obra cinematográfica.
En 1929 rodó ‘Un perro andaluz’. Una cinta en la que colaboró con Dalí y que está considerada una de las joyas del cine surrealista
A los diecisiete años Buñuel se mudó a Madrid para continuar sus estudios. Durante los siete años que estuvo en la capital vivió en la Residencia de Estudiantes, donde trabaría amistad con destacados intelectuales y artistas como Rafael Alberti, Federico García Lorca o Salvador Dalí. En este periodo se interesó por la vanguardia artística del momento, especialmente en el ultraísmo, y publicó algunos poemas en revistas poéticas como ‘Horizonte’ o ‘Vltra’.
El primer trabajo cinematográfico de Buñuel fue en 1926 como ayudante en la cinta ‘Mauprat’, del director Jean Epstein. Además, colaboró en otros proyectos de cine mientras enviaba críticas y reseñas a medios españoles como La Gaceta Literaria, hasta que en 1929 rodó ‘Un perro andaluz’, su ya mítica ópera prima. Esta obra, en cuya creación colaboró Salvador Dalí, está considerada como una de las piezas más significativas del cine surrealista.
En 1972 fue el primer director español en ganar el Oscar a la mejor película de habla no inglesa por ‘El discreto encanto de la burguesía’
Durante la Guerra Civil, Buñuel se mantuvo leal a la República y trabajó para el embajador en Francia, Luis Araquistáin. Tras la guerra se exilió a Estados Unidos y después a México, donde dirigió 20 de sus 32 películas. En estos filmes se alternan trabajos comerciales como ‘El gran calavera’, con proyectos más personales como ‘Los olvidados’, que le otorgó al cineasta aragonés el premio del festival de cine de Cannes en 1951 y que es una de las películas incluidas en el proyecto ‘Memoria del mundo’ de la Unesco.
Buñuel regresó a España en 1961 a España para dirigir ‘Viridiana’, con la que ganó la Palma de Oro de Cannes. En 1967 obtuvo el León de Oro en la Mostra de Venecia por ‘Belle de jour’ y cinco años después se convirtió en el primer director español en ganar el Óscar a la mejor película de habla no inglesa por ‘El discreto encanto de la burguesía’.